¡Ese truco ya lo conozco, nene!

¿Nunca les pasó de ver venir el colectivo que esperan tomar y de repente el tipo se esconde detrás de otro colectivo que pasa para saltearse la parada? ¿Vos pensás que no me doy cuenta del truco, gil? ¡Yo ya sé que no pensás parar por más señas que te haga! Tengo la sensación de que los choferes disfrutan estas cosas, y les encanta dejar gente pagando en la vereda. Que no me vengan con que están apurados, que tienen un horario que cumplir, que enseguida vendrá otro colectivo y toda esa sanata. Me da bronca que quieran tomar a los pasajeros por estúpidos 

¡La próxima vez, al vino lo traigo yo!

Nunca pude entender por qué el vino en un restaurant es bastante más caro que si uno lo compra por su cuenta. Que alguien me explique un motivo razonable por el cual tenga que pagar una diferencia tan grande. Además, seguramente el restaurant compra el vino por caja, consiguiendo aún mejor precio que uno mismo. Una vez leí que a ese sobreprecio se lo llama "recargo por descorche". Todo muy lindo, pero no deja de ser una avivada.

¡Poné la luz de giro, tarado!

Una irreversible costumbre que están adoptando muchos automovilistas porteños, incluso profesionales como taxistas y camioneros: no encender la luz de giro antes de doblar. Claro, es un gran esfuerzo eso de mover la manito a la palanquita ¿no? Y de paso, se sienten unos genios transgrediendo las reglas de tránsito. 

Volvió CURTOLANDIA PROTESTA,  un espacio donde tiro la bronca. Algunos textos, aunque algo corregidos y actualizados, son del blog que tenía antes (que tuve que cerrar por inconvenientes técnicos), pero hay y habrá cosas nuevas. (La caricatura es de 1981 y la hizo Pablo Temes, un artista groso).